Marzo...miedo incondenable, a que el frio desaparezca, y con ello, lo que día a día coforma una vida, de la qué ya, sólo quedan algunas semanas.
El cuerpo, es muy inteligente, y la fiebre, sólo nos hace delirar. Invetamos realidades paralelas, hablando de ofensas perdonadas demasiado pronto. No consiste en dejar de sufrir, sino en dejar echarle dos cucharadas de indiferencia al té, para que no tenga tanto sabor a leche...
Equilibrio rodante, del si pero no, equilibrio incoherente de besos a oscuras y juegos de rodillas, adivinar que la capital de mi mundo es simplemente donde esté mi corazón. Incoherencia equilibrada, de olores en camas propias y comida japonesa.
Dime donde está el botón de restart....porque es el momento.
Visita de mi rubio y de mi chico de gris. Visita a Sheffield para que las castañas cenizas se sientan rubias, para de reir...de todo...y más allá.
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