Y si la suerte se inclina por el más perdido, por la combinación de corcheas y acordes menos armónica, dispuesta a dejar claro, que lo que pase no será parte de nosotros, sino un sueño, en el que ninguno de los dos estamos dormidos, si ese momento llega, házmelo saber, te estaré esperando...
Paco de Lucia me acompaña hoy, al igual que lo hizo anoche, cuando tras traspasar la frontera del ultrasonido, tuve que despleglar todo el arsenal ante los paises vecinos del este.
El lenguaje bélico, no es mi fuerte, pero aun así, las tensiones, y roces se hacen más patentes en un día a día que padece un trastorno de personalidad bastante acentuado.
Echar de menos, consistía, en querer irse a casa. Buscar el sol entre la lluvia u ordenar el cuarto una y otra vez. No en buscarte cuando no queda luz del día. O en aprovechar que Stella está entre nosotros para hablar.
Las noches inusuales, las caidas y los tropiezos. Montañitas de peniques, y after-shot de manzana.
Queen, y velar el sueño.
Desde el norte, con amor...
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